Amanecer

Amanecer

martes, 20 de septiembre de 2011

Amar lo que es


A veces resulta difícil comprender cómo se puede amar la vida cuando la percibimos dolorosa, oscura, conflictiva, anodina...Y ese "amar lo que es" se nos aparece como una meta más , bonita pero inalcanzable.
En realidad, la dificultad estriba precisamente en eso, en nuestra comprensión del amor.Si lo consideramos una bonita meta más que alcanzar, lo estamos alejando de nosotros.
Y, del mismo modo nos alejamos de él si lo seguimos identificando con el mundo de los sentimientos, de las sensaciones agradables, de las cosas y las personas que nos gustan o nos hacen sentir bien...Desde esta percepción, efectivamente, es difícil amar lo que es cuando "no es como queremos que sea".
Es la percepción de nuestra mente superficial que trata de privilegiar unos aspectos de la realidad sobre otros, apegándose sólo a un polo de la existencia y rechazando lo que no congenia con ella.

Sin embargo, hay otra forma de concebir el amor que proviene de la dimensión más profunda de nuestra mente. Desde ahí, el Amor es un estado de consciencia omniabarcante, que todo lo permite y todo lo abraza, todo lo penetra y todo lo sostiene. Sin detenerse en resistencias, juicios, formas, cuerpos...
Cuando comprendo así el Amor, como esa espaciosidad interior que lo acepta todo, amar es siempre posible, en todo momento, me guste o no lo que aparece en mi consciencia puntualmente.
Entonces amar se convierte en un descubrimiento de mi verdadera naturaleza, pues me descubro espaciosa, amplia, ilimitada.
Descubro que amar es dar espacio, abrir espacio en torno a lo que se ama. En lugar de encerrarlo mentalmente en un cuerpo o en los estrechos límites del tiempo, de los juicios, de las aversiones y temores, contemplarlo espaciosamente, sin historia, sin coordenadas, ahora mismo, tal y como se presenta, desnudo de todo condicionamiento, como si fuera la primera vez.
Sólo así,observando y descartando los comentarios de mi mente condicionada, puedo fundirme con el objeto de mi amor. Y éste puede ser tanto un ser maravilloso o un paisaje soleado como un dolor de estómago o una reacción de rabia. Porque en el espacio abierto de mi consciencia, no hay diferencia entre unos acontecimientos y otros: todos son formas, esporádicas manifestaciones del flujo de la vida .
Así, cuando el silencio se hace en mi, aparecen y desaparecen los sonidos, las sensaciones se suceden, el aire entra o sale , surgen los pensamientos, acontecen los sucesos, las voces, las miradas, de lo que parecen otros cuerpos ante mi...
Y " yo" (mi pequeño personaje), no estoy para agarrar nada de eso. Fundida con todo ello, lo siento desde dentro y experimento el alivio de dejarme ser en ello, amándome por serlo, descubriendo mi naturaleza penetrante y espaciosa al mismo tiempo.
Esto es lo que experimento como amor incondicional, sin condiciones, sin condicionamiento. Esto es el amor que ya somos y que, en cualquier momento de nuestra existencia, podemos permitir que se exprese.

1 comentario:

Cooking-love dijo...

Hola guapa...felicidades...y gracias por todo lo que compartes.Son como "balsamos milagrosos".
A veces es dificil,plasmar la admiracion y el agradecimiento en palabras...
Nos vemos `pronto.
Besos y bendiciones.