Amanecer

Amanecer

martes, 7 de junio de 2011

Todo es gratuíto


“Mira cómo ocurre la respiración. Inhalas y exhalas.
 Dentro y fuera, sin necesidad de realizar ningún esfuerzo.
 Y todo ello sin pedirte nada, absolutamente nada.
Y la respiración también se halla presente mientras te hallas sumido en el sueño, cuando no hay nadie ahí para saberlo. ¡La respiración sucede aún en tu ausencia!

No estás ahí, pero la ofrenda sigue presentándose!. Y tu corazón sigue latiendo, bombeando sangre a todo el cuerpo, sin pedirte absolutamente nada a cambio. Es una ofrenda totalmente gratuita. Y un buen día desaparecerá.

 Un buen día el corazón dejará de latir. Pero ahora está latiendo.

 Un buen día la respiración deja de presentarse. Pero ahora está presentándose.

No tenemos nada asegurado, ni otro día, ni otra hora ni otro instante. Todo eso es algo que recibimos de manera gratuita, totalmente gratuita. Todo es gratuito.

 Las sensaciones corporales, los sonidos, el frescor de la brisa y hasta los pensamientos que, originándose en ningún lugar, acaban disolviéndose en ningún lugar. Esa es la gracia. Esa es la Unidad. Y nada parece ocurrir como creíamos.

¿Quién hubiese pensado que la liberación, o llamémosle como la llamemos, fuese tan sencilla y evidente? ¿Quién hubiese dicho que la liberación consistiese tan sólo en ver claramente lo que es? ¿Quién hubiese dicho que se trata simplemente de ver la vida tal cual es?

A la mente le disgusta este mensaje, porque pone fin a su historia de control, a su futuro y a su búsqueda. Esto, para la mente, se asemeja a su muerte. Por ello responde: ¡No, no puede ser1 ¡Es demasiado ordinario!¡Esperaba mucho más!...

 Pero es la búsqueda de lo extraordinario, mira por dónde, lo que convierte a esto en algo ordinario. Siempre ha sido la búsqueda de algo fuera de aquí la que ha convertido esto en algo ordinario y aburrido. ¡Nos aburrimos tanto de esto que queremos eso!

Rechazamos el momento presente buscando otra cosa lejana e inaccesible. Pero cuando desaparece la búsqueda de lo extraordinario, esto deja de ser ordinario.

Si miramos a un recién nacido o a un niño muy pequeño veremos en él una sensación de sorpresa ante la vida tal cual es. Pero los adultos nos hemos alejado de esa simplicidad de lo que es, esforzándonos en tratar de ser alguien, en la búsqueda del éxito y esforzándonos porque todo sea perfecto. Por ello siempre estamos agotados…

 Por debajo de esa búsqueda, sin embargo, todos somos bebés recién nacidos. Todavía seguimos viendo el mundo por vez primera. Lo que ocurre es que estamos un poco perdidos en el tiempo…”

(Jeff Foster y yo, participando por aquí y por allá…)

1 comentario:

Rocio Palacios dijo...

Gracias Dora¡¡¡¡
cada una de tus palabras es un reconocimiento a la VIDAAAAAA¡¡¡¡¡¡
un placer leerte..... un abrazo luminoso
rocio