Amanecer

Amanecer

lunes, 24 de febrero de 2014

Encuentra lo que estás buscando


¿Qué es lo que todo ser humano anhela?
Todos anhelamos exactamente la misma cosa: no sentirnos aislados de nosotros mismos, de los otros, de la naturaleza, de la vida. Porque nos sentimos ‘arrancados’ hay un hambre profundo de totalidad. Y así comienza.

Todos los sabios, todos los grandes libros, todos los profetas dicen la misma cosa: tú ya eres completo. Nunca abandonaste la totalidad, nunca abandonaste la fuente que te creó, nunca has sido otra cosa que la vida misma, la fuente misma.
 Pero el pensamiento, siendo lo que es, no puede captar esta verdad de quien tú eres. Y así, todos los pensamientos son falsos. No mires a ellos para hallar tu naturaleza verdadera. Abandona todo intento de encontrar algo útil en la mente.

Encuentra lo que estás buscando fuera de la mente. Esto es ‘ser-conciencia-serenidad’. Es el primer principio, está presente y es obvio en todo momento, y es quien tú eres. Es todo lo que hay. No hay ninguna segunda cosa.

Annette Nibley

sábado, 22 de febrero de 2014

Una nueva ruta. Meditación caminando.





Hola a todos,

tras la buena acogida que tuvo la excursión que compartimos el pasado 2 de febrero (fuimos unos 32 caminantes, a pesar del poco tiempo con el que avisamos), queremos dar continuidad a esta iniciativa con una nueva propuesta para el domingo 9 de marzo.


Si os apetece podemos dar un paseo por Sierra Bermeja, recorriendo un tramo de un camino conocido como “Altabacales Alto”, que se puede iniciar desde la carretera Estepona-Genalguacil (MA-8301), aproximadamente en el Km 12'8.

Se trata de un carril sin desniveles (¡esta vez no habrá pendientes!) con orientación sur y con muy bonitas vistas de la costa; en principio podemos hacer unos 5 Km de ida, visitar este precioso pino en un recodo del camino, donde podemos hacer alguna meditación o similar


Para los que queráis subir hasta el punto de inicio con nosotros, podemos quedar a las 11:00 en el aparcamiento que hay delante del colegio de Cancelada, en el mismo sitio que en la excursión anterior.
 Y para los que queráis subir directamente al punto de partida (que podéis localizar consultando el enlace de más abajo), la cita puede ser a las 11:45 aproximadamente.

Todo ello contando que el tiempo acompañe, en caso contrario propondremos una nueva cita.

Y para la primavera sigue en pie la propuesta del Torcal.


Si quieres consultar la ruta en google maps, sigue este enlace
EL MOMENTO PRESENTE
Preguntaron al Buddha,
¿Qué practican Ud y sus discípulos? y respondió:
Nos sentamos, caminamos y comemos.
  El que preguntó insistió: Pero señor, todo el mundo se sienta, camina y come. El Buddha le dijo:
 Cuando nosotros nos sentamos, sabemos que estamos sentados. Cuando caminamos, sabemos que estamos caminando. Cuando comemos, sabemos que estamos comiendo.
La mayor parte del tiempo, estamos perdidos en el pasado o nos dejamos llevar por el futuro.
 Cuando estamos mentalmente presentes, profundamente en contacto con el momento actual, nuestra comprensión de los acontecimientos se profundiza, y nos comenzamos a llenar de aceptación, alegría, paz y amor.

lunes, 10 de febrero de 2014

Lo que somos

El Sol ilumina y ofrece su calidez constantemente,
dejando que las nubes sean lo que son,
fenómenos pasajeros de su misma naturaleza,
sostenidos en su seno y disueltos en su momento.
Es la perfecta imagen de nuestra consciencia,

  lo que somos de verdad.
Cualquier sensación, emoción, pensamiento,
 que aparecen en nuestro espacio
 son contemplados,  iluminados y permitidos,
sin suponer ninguna amenaza para lo que somos.
Todo es abrazado, penetrado y sostenido.
Así descubrimos nuestra esencia,
así nos conocemos de verdad.

jueves, 6 de febrero de 2014

El libro de mi vida


En cada página de un libro, y detrás de cada palabra - independientemente de lo que se esté describiendo
y de lo que esté sucediendo en la historia - se encuentra el espacio en blanco del papel, raras veces notado, y casi nunca apreciado, sin embargo, absolutamente esencial para que las palabras puedan ser vistas.

El papel en sí, nunca es afectado por la historia que se cuenta - éste está ahí tan sólo para contener las palabras, sin condición alguna. Una h...
istoria de amor, una guerra épica, una comedia ligera - al papel realmente no le interesa.

El papel no teme el final de la historia, tampoco siente nostalgia por los tiempos pasados dentro de ella. Las páginas de en medio no necesitan saber cómo termina la historia, y la última página no llora cuando muere el personaje principal. El papel ni siquiera sabe que la historia ha 'terminado'. Es anterior al tiempo.

Tú no sabes cuántas páginas queden en el libro de tu vida. No sabes cómo terminará esta autobiografía. Desde el punto de vista de la mente, 'tu vida' aún no está completa, y así es como constantemente está intentando averiguar el final de tu historia de la mejor manera. ¿Cómo resolver todo a la perfección? ¿Cómo resolver los problemas pendientes? ¿Cómo atar todos los cabos sueltos?

Pero desde el punto de vista del papel, esto es, desde el punto de vista de tu verdadera identidad como consciencia, la vida siempre está completa tal y como es, y no hay ningún problema por resolver, y la incertidumbre de las cosas es su propia solución. La historia no necesita ser 'completada' en el futuro para que la consciencia esté plenamente presente ahora. El papel simplemente acoge las palabras exactamente como están.

Desde el punto de vista del papel, incluso si la historia es una historia épica, desde la primera hasta la última página, nada ha pasado en realidad. Toda la historia se ha desenvuelto dentro de la perfecta e inmutable paz.

Tu propio libro no es, quizás, un 'best seller' mundial. Sin embargo, es el libro más apacible que pueda llegar a existir.

Jeff Foster

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lunes, 3 de febrero de 2014

Meditación caminando

Ayer domingo, disfrutando de nuestro caminar...



“Caminar en plena consciencia nos trae la paz y la alegría, y hace nuestra vida real…. Cada día caminas a alguna parte, de modo que añadir la meditación caminando a tu vida no te tomará un tiempo adicional ni requerirá que vayas a un lugar diferente.”
La mente puede ir en mil direcciones.
Pero sobre esta hermosa senda, camino en paz.
A cada paso, un suave viento sopla.
A cada paso, se abre una flor.
Constantemente caminamos, pero con frecuencia se trata más de un correr. Nuestros apresura­dos pasos imprimen sobre la tierra ansiedad y pesar. Si podemos dar un paso en paz, podemos dar dos, tres,  cuatro y después cinco pasos por la paz y la felicidad de la humanidad y de la Tierra.
En la meditación caminando,  caminamos tan sólo por disfrutar caminando. Caminar sin llegar, esta es la técnica. Hay una palabra en sánscrito, apranihita. Significa sin deseo, sin finalidad. La idea es que no ponemos nada frente a nosotros y corremos tras ello. Cuando practicamos la me­ditación caminando, lo hacemos con este espíritu. Disfrutamos del caminar, sin ninguna finali­dad o destino particular. Nuestro caminar no es un medio para conseguir un fin. Caminamos por el placer de caminar.
Nuestra mente tiende a lanzarse de una cosa a otra, como un mono que salta de una rama a otra sin detenerse a descansar. Los pensamientos tienen millones de caminos y nos arrastran al mundo del olvido. Si podemos transformar nuestra senda en un campo para la meditación, nuestros pies darán cada paso con plena consciencia. Nuestra respiración estará en armonía con nuestros pasos y nuestra mente se relajará fácilmente de forma natural. Cada paso que demos reforzará nuestra paz y alegría dando lugar a una tranquila corriente de energía que fluirá a través de nosotros. Así podremos decir, ‘a cada paso, un suave viento sopla’.
Se puede practicar la meditación caminando siempre que tengas que andar, aunque solo se trate desde el coche hasta el trabajo o desde la cocina al salón. Siempre que andes hacia algún sitio, deja un tiempo suficiente para practicar;  si tardas tres minutos, date ocho o diez. Yo siempre que voy al aeropuerto me doy una hora extra para poder practicar allí la meditación caminando. Los amigos intentan retenerme hasta el último minuto, pero yo resisto. Les digo que necesito el tiempo. La meditación caminando es como comer. Con cada paso alimentamos nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Cuando caminamos con pesar y ansiedad, es como una espe­cie de comida basura. El alimento de la meditación caminando debe ser de alta calidad. Se trata solo de caminar despacio y disfrutar de un banquete de paz.
A.J. Muste dijo, ‘No hay un camino hacia la paz, la paz es el camino’. Caminar en plena consciencia nos trae la paz y la alegría, y hace nuestra vida real. ¿Porqué andar con prisas? Nuestro destino final no será otro que el cementerio. ¿Porqué no caminar en la dirección de la vida, disfrutando la paz en cada momento y a cada paso? No hay que esforzarse. Disfruta cada paso que das. Cada paso te trae al hogar del aquí y ahora. Este es tu verdadero hogar, porque únicamente en este momento, en este lugar, puede ser posible la vida. Ya hemos llegado.
La Tierra es nuestra madre. Cuando nos alejamos durante mucho tiempo de la madre natura­leza, enfermamos. Cada paso que damos en la meditación caminando nos permite entrar en contacto con nuestra madre, y así poder estar bien de nuevo. Mucho daño se ha hecho a la ma­dre tierra de modo que es tiempo de besar la Tierra con nuestros pies y sanar a nuestra madre.
Algunos de nosotros puede que no podamos caminar. Cuando practicamos la meditación cami­nando en nuestros retiros, cada persona que no puede andar elige alguien que está practi­cando la meditación caminando para mirarle y hacerse uno con él, siguiendo sus pasos con consciencia plena. De este modo, da  pasos serenos y pacíficos junto con su compañero, aun cuando él o ella misma no puedan caminar.
Los que tenemos dos piernas no debemos olvidar estar agradecidos. Caminamos por nosotros mismos y caminamos por aquellos que no pueden caminar. Caminamos por todos los seres vivos, pasados,  presentes y futuros.

 Práctica
Cuando se comienza la práctica de la meditación caminando, puede que te sientas desequili­brado, como un niño que da sus primeros pasos. Sigue tu respiración, vive con consciencia plena en tus pasos, y pronto encontrarás tu equilibrio. Visualiza un tigre caminando lentamente y verás que tus pasos se hacen tan majestuosos como los suyos.
Quizás te gustaría comenzar la práctica de la meditación caminando por la mañana, dejando que la energía del aire puro matinal entre en ti. Tus movimientos se harán más suaves y tu mente más alerta. A lo largo de todo el día, verás que tienes una mayor consciencia de tus ac­ciones. Cuando tomas decisiones después de la meditación caminando verás que tienes más calma y más claridad, y dispones de una mayor comprensión y compasión. Con cada paso que des, todos los seres, cercanos y lejanos, se beneficiarán.
Cuando camines, pon atención a cada paso que des. Camina lentamente. Sin prisas. Cada paso te lleva al mejor momento de tu vida. En la meditación caminando, practicamos ser conscientes del número de pasos que damos con cada respiración. Nota cada respiración y cuantos pasos das en cada inspiración y en cada espiración. En la meditación caminando adaptamos nuestros pasos a nuestra respiración y no al contrario. Cuando inspires, da dos o tres pasos, dependiendo de la capacidad de tus pulmones. Si tus pulmones quieren dos pasos en la inspiración, da exactamente dos pasos. Si te sientes mejor dando tres pasos, da los tres pasos. Cuando espires, escucha también tus pulmones. Percibe cuantos pasos quieren tus pulmones  al espirar.
Generalmente la inspiración es más corta que la espiración. Así que podrías comenzar tu práctica con dos pasos para la inspiración y tres para la espiración: 2-3; 2-3; 2-3. O, 3-4; 3-4; 3-4. Tras unos minutos nuestra respiración se hará, de forma natural,  más lenta y relajada. Si sientes la necesidad de dar un paso más en la inspiración date la oportunidad de disfrutarlo. Siempre que sientas la necesidad de dar un paso más con la espiración, hazlo también. Cada paso debe ser un disfrute.
No intentes controlar tu respiración. Deja a tus pulmones tanto tiempo y aire como necesiten y simplemente cuenta los pasos que necesitas dar mientras se llenan tus pulmones y los que nece­sitas también para vaciarlos, manteniendo una consciencia plena, tanto de tus pasos como de tu respiración. La conexión es contar.
Cuando se camina cuesta arriba o cuesta abajo, el número de pasos por respiración cambiará. Sigue siempre la necesidad de tus pulmones. Obsérvalos con profundidad. No olvides la práctica del sonreír. Una media sonrisa traerá calma y deleite a tus pasos y a tu respiración, al tiempo que ayuda a mantener la atención. Después de practicar media o una hora verás que la respiración, el recuento, los pasos y tu media sonrisa se juntan fácilmente.  Tras un tiempo de práctica verás que la inspiración y la espiración se van igualando en longitud. Los pulmones estarán más sanos y la sangre circulará mejor. Tu forma de respirar se habrá transformado.

 La paz es cada paso.
Cada día caminas a alguna parte, de modo que añadir la meditación caminando a tu vida no te tomará un tiempo adicional ni requerirá que vayas a un lugar diferente. Elige un lugar, (una escalera, un  camino,  o la distancia entre un árbol y otro) para hacer meditación caminando todos los días. Cualquier trayecto sirve para practicar la meditación caminando.
Thich Nhat Hanh